Audio tour Precisión de femtosegundos

¡Sumérjase en una precisión infinita!

La búsqueda de la precisión, asunto de interés para los expertos, ha sido el motor que ha impulsado las innovaciones en materia de relojería desde el siglo XVII. Los resonadores constituyen la base de estos desarrollos: el péndulo, el volante-espiral y seguidamente el cuarzo permiten multiplicar la precisión de los relojes. A partir de la Segunda Guerra Mundial, la medición precisa del tiempo pasa de manos de relojeros y astrónomos a manos de físicos. A partir de 1967, el segundo ya no está definido por observaciones astronómicas como el paso del Sol por el cénit, sino por la medición de un fenómeno microscópico: la oscilación de los átomos de cesio.

Un femtosegundo (0,000 000 000 000 001 de segundo) corresponde al margen de error del tic-tac de un reloj atómico actual. El margen de error es del orden de un segundo cada 3 millones de años.

Este grado de precisión, imperceptible para el común de los mortales, resulta indispensable para la organización de la sociedad humana: el rendimiento de la geolocalización, la navegación, los transportes y las telecomunicaciones está garantizado gracias a la precisión extrema de los relojes que los gobiernan.